La piel tirante responde a diferentes factores, como la exposición solar, el viento, la arena, la calefacción, etc, que hace que nuestra piel posea una falta de elasticidad y nos dé la sensación que se encuentra reseca. Todos estos factores influyen en el estado natural de nuestra piel.
Para combatir este inconveniente, lo mejor es siempre utilizar factores de protección solar, independientemente del día y la hora, o la estación del año en la que nos encontramos, También se hace necesario que apliquemos cremas hidratantes, humectantes, colágeno y vitamina A, y E, sobre todo luego de tomar un baño, por las noches, que es cuando la piel, aún se encuentra húmeda, y los poros están abiertos y receptivos, para la mejor absorción de las cremas.
Además debes tener siempre presente no utilizar el agua demasiado caliente cuando tomes un baño, dado que la misma puede dañar no solamente la piel provocando quemaduras, sino que además elimina los lípidos propios de la dermis, y esto provoca una reducción significativa de la elasticidad.