Hay básicamente 3 factores naturales de los que debemos proteger el cabello, sobre todo cuando salimos de vacaciones, para que se mantenga nutrido y saludable, ya que de no hacerlo se puede debilitar. Ellos son las exposiciones al sol, el agua de mar y las piscina, y el viento. Te contamos algunos secretos para tener en cuenta.
Exposiciones prolongadas al sol
El sol es uno de los factores que debilita al pelo, haciendo que el mismo se vuelva quebradizo por eso al igual que la piel debemos protegerlo con productos que contengan protección contra los rayos UV, y al mismo tiempo permitan que se mantenga nutrido, como ceramidas que crean una capa protectora sobre la fibra capilar. Siempre que se exponga al sol, cubra el pelo con gorras, sombreros o pañuelos.
El viento
El viento es un factor que provoca sobre la fibra capilar, una textura áspera y lo torna opaco y sin vida, por ello siempre sobre el pelo húmedo hay que colocar spry anti-calor, y cepillar desenredando el pelo peine ancho. Una vez a la semana es recomendable utilizar baños de crema hidratantes que sellen la cutícula y reparen la humectación perdida, para devolverle el brillo natural, que se pierde cuando estamos al aire libre durante mucho tiempo.
El agua de mar, las piscinas, piletas o el río.
Estos factores generalmente dañan más el cabello en época de verano, o cuando estamos de vacaciones, los mismos le restan hidratación al pelo, y sin que nos demos cuenta hasta pueden llegar a cambiar su tonalidad. Siempre antes de ir a la playa es necesario que coloquemos un poco de crema protectora, ya que la misma se ocupará de cuidar el pelo mientras nadamos, nos exponemos al sol, o estamos disfrutando de la playa. Una vez que regresemos a casa siempre debemos lavar el pelo con champú y acondicionadores rehidratantes, para eliminar cualquier tipo de restos de químicos, sal y cloro que puedan dañar el pelo.