Tiene que existir un equilibrio entre el agua que consumimos y la que se evapora de nuestro cuerpo por las actividades diarias, pero muchas veces a causa de factores externos el agua se evapora excesivamente y se rompe este equilibrio.
Hay tres pasos básicos que debemos mantener siempre y adaptarlos como hábitos fundamentales, sobre todo luego de exponernos al sol.
- Limpieza de la piel, se debe realizar por la mañana y por la noche, para eliminar bacterias, exceso de grasa y células muertas e impurezas.
- Hidratación de la piel, luego de haber limpiado correctamente la piel, siempre hay que aplicar una crema hidratante que aporte elasticidad a la piel y ayude a prevenir el envejecimiento prematuro, se debe realizar mientras la piel está aún húmeda, por eso es mejor realizarlo luego del baño, y la hidratación antes de acostarse ayuda a la renovación y regeneración de la piel durante la noche.
- Protección de la piel y de los rayos UV durante todo el año, el sol irradia estos rayos durante todo el año, y es fundamental proteger la piel, indistintamente de la estación del año en la que nos encontremos, invierno y verano, ya que solamente acostumbramos hacerlo en verano y esto es un grave error, ya que los rayos están ahí, cada vez que salimos afuera y nos exponemos. Por lo tanto no olvides de usar una protección solar durante todo el año.