Cuando las mujeres llegamos a los 30 años, el proceso de renovación de nuestras células comienza a ser mucho más lento, es allí cuando muchas células de nuestra piel se mueren y le dan paso al nacimiento de las células nuevas.
Este proceso que describimos normalmente sucede cada 30 días en una piel joven, pero a medida que van pasando los años, se suele hacer bastante más lento, lo que hace que nuestra piel pierda elasticidad y firmeza.
Es allí cuando notamos que comienzan a aparecer las primeras arrugas, pliegues, manchas y flacidez, lo cual ocurre por una disminución en el organismo de la producción propia de colágeno y elastina, y esta pérdida comienza a agudizarse a partir de los 35 años, por ello, algunas mujeres comienza a notar su piel menos radiante.
Este es el momento en que se deben tener mayores cuidados sobre nuestra piel, y profundizar los cuidados dermatológicos, como también la alimentación, para que nuestra piel se regenere y se mantenga sana y reluciente. Los cuidados deben comenzar antes de llegar a la tercera década de edad y luego se deben mantener por el resto de la vida, así se logra conseguir una prevención frente a los primeros síntomas visibles de envejecimiento de la piel.