Muchas mujeres se preguntan si realmente es necesario mantener el cutis limpio, y definitivamente debemos responder, que mantener la piel limpia es el mejor síntoma de salud de la misma, por ello, jamás debemos olvidarnos de dedicarle unos minutos a la limpieza profunda de nuestro rostro.
La limpieza del cutis, es el primer paso que debemos poner en práctica, si queremos evitar que el paso del tiempo vaya dejando huellas en el mismo, si bien, hoy existen en el mercado una innumerable cantidad de productos anti-edad, que son efectivos y de gran utilidad a la hora de combatir las líneas de expresión y arrugas, el cuidado previo a su aplicación y la limpieza profunda para conseguir el éxito de los tratamientos resulta fundamental.
En ésta oportunidad les proponemos un tratamiento absolutamente natural, para dejar la piel tersa, suave y libre de impurezas, que se puede realizar en casa, solamente disponiendo de 15 minutos, para luego aplicar los tratamientos anti-edad, hidratantes, o nutritivos que hayamos elegido para cuidar nuestra piel.
Necesitaremos simplemente una clara de huevo, la misma debe ser batida hasta que haga suficiente espuma, para luego aplicar en el cuello y el rostro, evitando que la misma se esparza sobre los ojos. Se deja actuar aproximadamente unos 10 minutos, en los cuales sentirás que comienza a tornarse seca y se la retira con abundante agua tibia.
La clara de huevo es rica en nutrientes, por lo que al mismo tiempo mientras está actuando como limpiador profundo fácil, lo va nutriendo. Luego de aplicar ésta mascarilla limpiadora, puedes proceder a utilizar cualquier tratamiento que hayas elegido para cuidar la piel de tu rostro, de ésta manera los resultados serán mucho más óptimos, y tu piel ser verá perfecta. No olvides que es necesario limpiar la piel, aún cuando no hayas utilizado maquillajes, todos los días, ya que en ella se acumulan restos de todo tipo, sobre todo sebo e impurezas, los cuales a medida que pasa el tiempo la van deteriorando y hacen que pierda su brillo y suavidad natural.
