Muchas mujeres tienen la impresión de que los hombres en materia de sexo y de estimulación sexual son muy simples, pero eso no es verdad. El cuerpo masculino, así como el femenino, tiene una complejidad de conexiones, nervios y zonas que pueden hacer que las experiencias de su cuerpo sean aún mejores y más satisfactorias. Una pequeña guía del cuerpo masculino y sus secretos.
Las relaciones íntimas y el cuerpo del hombre
– Labios: Una sonrisa no es la única señal que el envía o recibe con su boca. Sus labios están llenos de terminales nerviosas que cuando son tocadas, lamidas o besadas, le dicen a los receptores de su cerebro que suelte las endorfinas, aquellas hormonas que los hacen sentir bien. Ahí es donde las mujeres debemos enseñarles la sensualidad de los besos para que no se limiten a ellos sólo en el plano sexual.
– Abdomen: En esa parte del medio del cuerpo no sólo existen músculos marcados, algunos más que otros por supuesto. Allí se encuentra el nervio vago, que se extiende desde el cerebro bajando hasta el abdomen. En situaciones de alto estrés este nervio es el encargado de desencadenar las hormonas apropiadas que ponen el cuerpo en el modo de pelear o escapar. El sexo estimula ese nervio en la forma contraria, así que lo que hace es bajar el ritmo cardiaco y la presión sanguínea y dejar que el cuerpo sepa que está a salvo para relajarse.
– Músculos: Te preguntarás ¿qué tienen que ver los músculos con la vida sexual? Pues todo porque los orgasmos son unas contracciones intensas de los músculos. Además en el momento antes del clímax, él tendrá flexionados más músculos que un físico culturista. Pero una vez esos espasmos terminen eso es todo por el momento. Las mujeres debemos saber que aunque podamos llevarlos de 0 a 100 en segundos, no tenemos que hacerlo. Así que cuando veas que tu chico empieza a tensar los músculos, para un poco y después prosigue, para que los dos puedan disfrutar.
Foto: vince42