Los juegos que practican nuestros hijos son un claro reflejo de su personalidad ante determinadas ocasiones, jugar a la casita, al presidente, o al bombero reflejan de que forma está desarrollándose y como actúa ante determinadas situaciones.
Esto es parte de como fluye la imaginación de los niños, que mediante juegos nos proporcionan manifestaciones de sus emociones y estados de ánimo en el momento que están participando. Cuando ellos juegan se muestran tal y cual son, adoptan personajes de libros o películas, en las que dejan al descubierto sus tendencias e impulsos, inquietudes, conflictos, de donde nacen sus valores y sus más escondidos deseos.
Por otro lado aquellos niños a los que les gusta mucho jugar, se les facilita el conocimiento de diferentes roles a nivel social, de relaciones familiares, y de las diferentes profesiones que existen en el mundo entero.
Cuando ellos interpretan la oficina, están copiando exactamente lo que imaginan que hacen sus padres, y así veremos niño que adoran tirarse debajo de su triciclo imitando a su padre mecánico, o a las niñas jugando a las mamás con sus muñecas o disfrutando de hacer una deliciosa comida imaginaria, para todos sus invitados.
Es importante que los niños jueguen, es una manera sana por medio de la cual aprenden no solo a interrelacionarse con el mundo exterior, sino que además canalizan allí todas sus emociones.
Foto: Gracias a woodleywonderworks