A menudo los padres cuando nuestros pequeños van creciendo nos preguntamos que cosas son normales y cuales otras no, sobre todo cuando vemos pocas evoluciones. El lenguaje suele ser una de nuestras mayores preocupaciones, pero siempre debemos recordar, que no son todos los niños iguales y que cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje.
Hay algunos defectos de pronunciación, que poco a poco irán desapareciendo solos, y muchos otros crecen con algunas dificultades en el habla que se corrigen por sí solas, de todos modos los verdaderos problemas en el habla del pequeño, en el caso de no ser los normales y evolutivos propios de su edad, tomados a tiempo se pueden solucionar.
A los 3 años un pequeño suele haber incorporado en su lenguaje alrededor de 900 palabras, y es muy natural que se sienta ansioso por querer hablar de corrido utilizándolas a todas para comunicarse en todo momento. Pero como dijimos antes no todos son iguales, y muchos de ellos a ésta edad, son bastante más lentos para comunicarse, lo mejor es estimular al pequeño, leyéndole cuentos, enseñándole libros que contengan imágenes, contarles de que se trata, repetir el nombre de los objetos, sobre todo aquellos que se usan todos los días, y hablarles mucho escuchándolos, para que su vocabulario sea cada vez más fluido.
