Si bien casi todos los niños aceptan por lo general las frutas dado que las mismas poseen un sabor dulce, es un hábito de consumo que debemos incorporarles desde muy pequeños, por sus valores nutricionales, que es mucho más saludable que el de las golosinas.
Como paso principal siempre debemos educar con el ejemplo, ya que ellos nos copian todo, por lo tanto si deseamos que consuman frutas debemos consumirlas nosotros también en nuestra dieta.
Es necesario que los llevemos con nosotros de compras, y dejarlos que elijan sus frutas preferidas, visitar con ellos la verdulería les ayudará a aprender y conocer los nombres, colores y sabores de las diferentes frutas.
Siempre debemos comprar frutas que estén en su punto justo de maduración, ya que es allí cuando se encuentran más dulces.
Las mismas pueden ser incorporadas en cualquier momento del día, en el desayuno, en las colaciones, como postres, ya que son fáciles de transportar y son muy buenas para el armado de la vianda escolar.
Si el niño no quiere consumir la fruta en sí, podemos hacerle preparados como los licuados o batidos, en el desayuno o la merienda sobre todo en las épocas de calor, al cual se le puede agregar además la ración de leche.
Debemos apelar al ingenio maternal ofreciéndoles frutas variadas en trocitos, o bastones, y una rica ensalada de frutas que de seguro a todos los niños les encantará.