La maloclusión es conocida como mordida cruzada, y suele ser un problema que se origina a temprana edad, en la niñez. Es una afección que se desarrolla en los primeros años de vida cuando los dientes y las mandíbulas se encuentran en crecimiento, hay varios tipos de maloclusión, y es un problema que va mucho más allá de lo estético ya que afecta la mordida y la masticación y en muchos casos hasta puede interferir con el habla.
Entre las causas más notorias podemos destacar que es un problema hereditario, una desigualdad entre el número y el tamaño de los dientes o el crecimiento de la mandíbula, se da mucho también en aquellos niños que se han chupado el dedo pulgar lo que favorece que los dientes frontales se coloquen en una posición saliente, y muchas veces ocasionada por la caída temprana de los dientes de leche.
Los síntomas suelen desarrollarse progresivamente a partir de los 6 años, cuando los dientes están mal alineados o superpuestos, la mandíbula inferior es saliente, los dientes frontales se encuentran muy separados, o cuando los dientes frontales superiores sobresalen a causa de la mandíbula sobre los frontales inferiores.
Todas éstas causas son motivos de consulta en el odontólogo, quien nos ayudará a resolver éste inconveniente para brindarle a nuestro hijo una vida saludable y una sonrisa sana.