Es muy normal que a medida que los más pequeños van creciendo, en algún momento tropiecen o se caigan y golpeen. Lamentablemente éstas situaciones pueden derivar en chichones, y para aliviar esos moretones o la inflamación típica de los mismos te proponemos algunos consejos prácticos a tener presentes.
- Son muy buenas en éstas ocasiones las compresas con árnica, preparando una infusión normal y luego humedeciendo una gasa, para aplicarla encima del chichón, que rápidamente lo desinflamará.
- Otra fórmula ya conocida es la aplicación de hielo, ya sea con un cubito o varios trozos del mismo envueltos en un paño o en una bolsa, situándolos sobre el chichón, ya que con el frío se consigue cerrar los vasos sanguíneos y la salida de sangre será mucho menor.
- Colocar una moneda grande y fría o la parte de atrás de una cuchara también puede resultar calmante, ya que tienen los mismos efectos que el hielo.
- La miel, es muy efectiva en éstos casos, basta colocar una cucharadita de la misma sobre el chichón aplicándola dos o tres veces al día, para facilitar su desaparición.