El ajo es un alimento que desde las épocas antes de Cristo era considerado por sus altas propiedades medicinales, y desde entonces se conocían sus grandes beneficios para la salud.
Entre los aportes nutricionales del mismo hay que destacar, que posee hidratos de carbono, proteínas, vitaminas del complejo B, potasio, y es una planta muy rica en fitoquímicos como alicina y ajoene. Actúa en el organismo como un poderoso antioxidante y nos brinda saludables beneficios en cuanto a los niveles de colesterol alto ya que ayuda a disminuirlo, al igual que disminuye la presión arterial, previene la formación de coágulos en la sangre, y gracias a todos estos beneficios es un alimento natural que al consumirlo puede ayudarnos a prevenir diversas enfermedades.
Además el ajo es antibacteriano, por sus efectos que disminuyen la presión arterial y el colesterol, cuida y nos ofrece una muy buena salud cardiovascular, y protege el sistema inmunológico. De todos modos se debe consumir en cantidades recomendadas, dado que en exceso no se aconseja su consumo en casos de hemorragias traumáticas o menstruales, dado que su auténtica propiedad fluidificante de la sangre puede llegar a dificultar los procesos de coagulación.
Un diente de ajo nos aporta apenas 7 calorías, y se pueden consumir a diario 1 o 2 acompañados con las comidas, crudo, rallado, aplastado o picado en diferentes preparaciones. A su vez, también se lo puede ingerir cocido, en polvo, líquido o como suplemento dietario ya que se ofrece en diferentes variedades industrializadas, pero siempre se debe consultar con el especialista de confianza cuales son las dosis recomendadas.
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