Luego de unas pequeñas vacaciones, la vuelta al trabajo conlleva un mayor desgaste físico y mental, es preciso que la dieta brinde energía suficiente y nutrientes que ayuden a depurar el organismo de los excesos veraniegos y fortalezcan las defensas para hacerle frente a la nueva temporada con menos resfriados, gripes e infecciones.
¿Cuáles son los alimentos de temporada recomendados?
El comer en armonía con la naturaleza es algo que se debería seguir para alimentarse mejor, estar más saludable y más fuerte para hacer frente a los cambios venideros. Las estaciones, primavera, verano, otoño, invierno, proporcionan de alimentos de temporada que brindan fuerza y energía vital, indispensables en la dieta de acuerdo a las necesidades del momento.
Para habituarse a la llegada del otoño es sumamente importante incluir aquellos alimentos que introduzcan energía, calienten y además relajen al organismo, las sopas y las cremas, frutas asadas, al horno o en compota.
¿Cuales son los frutos y alimentos saludables para el otoño?
Uvas, peras, manzanas, plátanos, frutos del bosque (moras, arándanos, grosellas) y granadas y su presencia es esencial en el otoño.
La granada ofrece pocas calorías por su elevado contenido en agua, sus componentes son el ácido cítrico (de acción desinfectante y potenciador de la vitamina C), el ácido málico, los flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos, sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias.
El zumo de granada, es excelente gracias a su concentrado en compuestos funcionales como los polifenoles, que presentan mayor biodisponibilidad y actividad antioxidante en el zumo que en los granos de la fruta enteros.
La uva y el moscatel son frutas un poco más dulzonas pero muy energéticas.
Los frutos del bosque (moras, arándanos, grosellas) presentan mayor cantidad de antioxidantes, en forma de flavonoides colorantes, como las antocianinas, que brindan el tono rojo intenso, granate o morado a estos frutos.
¿Cuáles son las verduras propias del otoño?
Las hortalizas y verduras del tiempo, como setas y champiñones, berenjenas, zanahorias, puerros, cebollas, lechugas y escarolas y todo tipo de coles, poseen compuestos que se distinguen por sus cualidades funcionales antioxidantes y antiinflamatorias, fundamentales para que ayuden al organismo para hacerle frente a los resfriados, gripes e infecciones, comunes en los cambios de estación.
Las setas son alimentos que presentan un bajo contenido calórico, poseen ergosterol, una sustancia que se sitúa en los tejidos vegetales y que puede transformarse en vitamina D.
Posee buenas cantidades de vitaminas del grupo B y son fuente de algunos minerales como el yodo.
La berenjena es una hortaliza digestiva, los compuestos responsables de su leve sabor amargo se reconocen por su efecto colagogo, animan el buen funcionamiento del hígado y colaboran en el vacío de la vesícula biliar, de manera que favorecen la digestión de las grasas.
Las coles, coliflor, coles de Bruselas, brócoli, etc, son ricas en vitamina C y ácido cítrico, poseen fitoquímicos (glucosinolatos, isotiocianatos e indoles) con acción antioxidante y alentador del sistema de defensas.
Estos menús ofrecen un colorido especial a la dieta, la energía y los nutrientes que se precisan para dominar la vuelta al trabajo y empezar el otoño con mucha más vitalidad.