Jil Sander es una firma conocida por sus lujosos materiales, por la herencia minimalista que ha sabido mezclarse bastante bien con una propuesta ejecutiva mucho más estilizada. El diseñador Raf Simons ha apostado por pasarelas en que las modelos usan peinados básicos, parecen no llevar maquillaje y esquivan el uso de accesorios excesivos. Sin embargo, es la primera vez que vemos a una de sus chicas llorando mientras desfila.
En las pasarelas hemos visto de todo: caídas, tropezones, prendas que se caen, tacones que se desprenden. Pero las lágrimas son una novedad. La modelo Auguste Abeliunaite encabezó la «tendencia» cuando, en pleno desfile, lucio tremendos lagrimones en los ojos, mientras llevaba un abrigo de lana y unas plataformas color naranja.
Por la naturaleza de la firma, podríamos creer que se trata de una propuesta estética (todos sabemos que los diseñadores son a veces bastante conceptuales), pero resulta que ninguna otra de las modelos de la pasarela lloraba. Auguste era la única. ¿El motivo? No lo sabemos.
Cuando se le preguntó a Pierre Rougier, publicista de Jil Sander, sobre el episodio, éste comentó que él no había notado las lágrimas en el rostro de la modelo. Pero son varios los medios que han hablado del tema en la red.
La imagen impacta, es hermosa y triste. Los motivos pueden haber sido diversos. Lo que sí es evidente es que el rostro de Auguste se ve hermoso con todo y las lágrimas.
Foto: The Wall Street Journal
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