Con la bandera de tendencias multicolores, los estampados divertidos, los toques sicodélicos y desenfadados, los accesorios poco convencionales de formas graciosas y grandilocuentes, la moda kitsch representa una opción moderna para el estilo.
Se fundamenta en atuendos cuyas prendas sean de diversos colores llamativos, que no precisamente combinen entre sí, ni cromáticamente ni en cuanto al estilo se refiere. De esa manera, un par de zapatillas vintage y conservadores color verde, podrían ser llevadas por un fanático de la moda kitsch con calcetas gruesas rojas, leggings amarillas debajo, minifalda azul chicle y chaleco formal marrón, por citar un ejemplo.
Los accesorios suelen tener formas de objetos como hamburguesas o helados, o relacionados con la música como cds y cassettes.
La idea de hacer mix de estilos en un solo atuendo es imprescindible, casi sin premeditación ni demasiado cuidado. Es por eso que se le suele relacionar con el mal gusto, o que algunos caigan en el error de creer que la moda kitsch es sinónimo de hortera y antónimo de trendy.
Lo cierto es que va más allá de ser una ola que ignora los cánones de la moda sofisticada, refinada y costosa que producen las grandes casas de moda.
Foto: CX London
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